El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha asegurado este jueves que los cargos penales presentados por Estados Unidos por narcotráfico contra él y altos cargos de su Gobierno son una «locura, vulgares y miserables», y ha advertido a las autoridades de Washington de que están «dispuestos a combatirlos en todos los terrenos».
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha anunciado este jueves la imputación de Maduro, así como de otros miembros de su Gobierno, por «narcoterrorismo» y ha ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares a quien pueda ofrecer información que permita su detención.
De acuerdo con la Justicia estadounidense, este «cártel de funcionarios ‘chavistas'», junto con la disuelta guerrilla de las FARC y sus disidencias, conseguía cocaína en Colombia y la distribuían desde Venezuela con el fin de «inundar» Estados Unidos de droga.
«Como unos ‘cowboys’ racistas del siglo XIX le ponen precio a la cabeza de unos revolucionarios que estamos dispuestos a combatirlos en todos los terrenos y a seguir venciendo», ha denunciado el presidente tras abordar la situación que vive el país en relación a la crisis sanitaria global derivada de la pandemia de coronavirus.
«Eres un miserable, Donald Trump», ha apuntado el presidente venezolano, quien también se ha referido cómo, a su juicio, el presidente de Estados Unidos se desenvuelve en el terreno de las relaciones internacionales.
«No sólo actúa como un ‘cowboy’ racista y supremacista, sino también como un extorsionador de las mafias neoyorquinas que él dirigió como jefe de empresas inmobiliarias. La riqueza de Donald Trump la obtuvo de las extorsiones, de las guerras mafiosas contra las pandillas de Nueva York. Estados Unidos sabe eso», ha dicho.
Estados Unidos ha dictado numerosas sanciones contra Maduro y altos cargos venezolanos, entre ellos el presidente de la Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello, y el vicepresidente económico, Tareck El Aissami, por narcotráfico, corrupción y violaciones de los Derechos Humanos, pero los cargos penales suponen un salto cualitativo en su ofensiva para lograr elecciones «libres» en la nación caribeña.