El gobierno argentino elevó de 30% a 33% un impuesto a las exportaciones de soja, el rubro de más importancia para las ventas al exterior, menos de tres meses después de haber aplicado otros gravámenes al sector agrícola.
Desde diciembre, cuando asumió la Presidencia Alberto Fernández, las exportaciones de soja eran gravadas con 30% y el resto de los productos agrícolas, como el maíz y el trigo, con una tasa de 12%, dentro de un plan para equilibrar la economía, tras casi dos años de recesión.
El aumento de las retenciones a la soja fue publicado este jueves en el Boletín Oficial, luego de días de reuniones entre el ministro de Agricultura, Luis Basterra, y representantes del sector.
Habrá una excepción para los productores de soja que comercialicen menos de 100 o menos de 1.000 toneladas anuales de oleaginoisa, con tasas de 20% y 30% respectivamente.
Un impuesto a las exportaciones agrícolas provocó en 2008 un fuerte enfrentamiento entre los empresarios del campo y la entonces presidenta Cristina Kirchner, que actualmente se desempeña como vicepresidenta.
Fernández, un peronista de centro-izquierda que era en aquel momento jefe de gabinete, renunció a su cargo en medio del choque con el campo.
Algunos representantes gremiales han manifestado ya su rechazo a esta medida. La agrupación Confederaciones Rurales Argentinas repudió la decisión y convocó a una toma de rutas rurales y un paro la semana próxima.
«Nuevamente será el campo el que pagará las deudas y los costos de una crisis que no generamos», expresó en un comunicado la Sociedad Rural de San Pedro, una de las más activas durante el conflicto de 2008.
Argentina tuvo una contracción de 2,1% del Producto Bruto en 2019 y de 2,5% en 2018. Además, registra una inflación de más de 50% anual, con aumento de la pobreza y el desempleo, .
El país está iniciando una renegociación de su deuda de 311.000 millones de dólares (91,6% del PIB), que el Fondo Monetario Internacional ha considerado «no sostenible».
En 2019, las ventas externas del complejo sojero estuvieron por encima del promedio anual. Se exportaron 29,65 millones de toneladas de harina de soja, 10,12 millones de toneladas de poroto sin procesar y 5,29 millones de toneladas de aceite de soja.
Argentina es el primer exportador mundial de harina y alcanzó ese puesto en aceite de soja en 2019.