El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha defendido este lunes el rol de Carabineros durante las protestas registradas en el país desde octubre y ha asegurado que, «si lo estimara nuevamente necesario, volvería a declarar el estado de emergencia» en el país.
El mandatario, que ha recalcado que lo importante es «proteger el orden público y a los compatriotas», ha expresado que está luchando «para que el desenlace del 18 de octubre sea un Chile mejor».
Así, ha señalado que el Gobierno se encuentra ahora mejor preparado y ha afirmado que «hay más carabineros mejor preparados». «Tenemos mejor Inteligencia, tenemos más tecnología y equipamientos», ha sostenido durante una entrevista con la cadena de televisión TVN.
Piñera, que se ha mostrado optimista sobra la realización del plebiscito constitucional el próximo 26 de abril, ha cifrado en 5.000 el número de policías heridos. «Han sido enfrentamientos entre carabineros y gente que quiere matarlos, literalmente», ha manifestado.
Al ser preguntado sobre la falta de control sobre el orden público, ha culpado a «una ola de violencia simultánea en muchas ciudades de Chile tras el 18 de octubre».
Sin embargo, Piñera ha indicado que «ahora hay más carabineros porque se han reincorporado algunos que se habían retirado recientemente». En este sentido, ha aprovechado para criticar a la oposición: «determinados sectores políticos, especialmente la izquierda, no han condenado con claridad la violencia sino que la han amparado, avalado y justificado». «Eso es un problema», ha lamentado.
«Sí a las manifestaciones pacíficas porque eso es un derecho y al Gobierno le corresponde proteger a esas manifestaciones. No a la violencia en ninguna de sus formas», ha apuntado.
Sobre la violencia y los disturbios, Piñera ha criticado la presencia de «delincuentes que toman las calles, que no respetan a nadie, que están dispuestos a dañar el metro y la clase media» y ha añadido que contra ellos está «dispuesto a aplicar todos los instrumentos dentro del marco de la ley».
DERECHOS HUMANOS
En relación con la situación de los Derechos Humanos y la violación de los mismos cometida por efectivos policiales y militares durante los días de protestas, Piñera ha aseverado que «el orden público debe mantenerse siempre dentro del marco absoluto del respeto a los Derechos Humanos».
«En Chile hay 60.000 carabineros. Algunos de ellos cometieron excesos, no respetaron los protocolos, hicieron uso abusivo de la fuerza, todos esos casos están en Fiscalía y están siendo investigados por los tribunales», ha apostillado.
Además, ha condenado «los atropellos a los Derechos Humanos» y ha hecho hincapié en que «la política del Gobierno tiene como objetivo que estos sean investigados y juzgados».
Piñera ha centrado la responsabilidad en funcionarios y altos cargos puntuales en vez de culpar a la institución: «Si alguno cometió un error, como comenten errores los periodistas, los futbolistas, los sacerdotes, no podemos culpar a la institución entera».
PLEBISCITO CONSTITUCIONAL
Al hablar del plebiscito constitucional, en el que millones de personas decidirán si se redacta una nueva Constitución y cómo se hace, ha insistido en que se celebrará y que «habrá garantías». «Tenemos que asegurar uno pacífico, transparente y participativo», ha aclarado.
Sobre este extremo ha señalado que «todos los chilenos quieren reformar la Constitución» y ha adelantado que independientemente de cuál sea el resultado, el Gobierno va a respetarlo e implementarlo».
No obstante, ha instado a la población a «unirse contra la violencia» y ha pedido a la oposición ser más «dialogante y colaboradora». «Tenemos que unirnos para sacar adelante las leyes y garantizar el orden público», ha remachado.
Las protestas en Chile estallaron en octubre por la cuarta subida del precio del metro en pocos meses pero escalaron rápidamente hasta denunciar la desigualdad social y exigir un cambio constitucional.
Decenas de personas han fallecido durante las manifestaciones contra el Gobierno, entre ellas cinco de las que el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) culpa a las fuerzas de seguridad.
El INDH, que ha denunciado torturas y otros abusos contra personas detenidas en el marco de las protestas, ha cifrado en 3.649 el total de las personas heridas en las movilizaciones. Más de una veintena personas han muerto por los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad y más de mil han sido detenidas.