El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) está dispuesto a valorar la eliminación de la Asamblea Constituyente tras las elecciones parlamentarias previstas para este año, ha asegurado Negal Morales, el secretario de la Asamblea Nacional presidida por Luis Parra, elegido por el ‘chavismo’ y la oposición minoritaria.
«Esta Asamblea hoy por hoy está teniendo puntos de encuentros con la propia fracción del Gobierno que hace vida dentro del Parlamento», ha dicho Morales en una entrevista publicada este martes por el diario venezolano ‘El Universal’.
Morales ha puesto como ejemplo de estos contactos las reuniones en la Asamblea Nacional para renovar el Consejo Nacional Electoral (CNE), condición ‘sine qua non’ para que la oposición acepte competir en las urnas.
«El hecho demuestra que sí se puede abrir el diálogo que permita que los venezolanos tengan un nuevo espacio electoral para dirimir problemas por la vía pacífica, no por la vía rápida, que haría que se extienda este conflicto 20 años más», ha indicado.
Morales ha revelado que, en el marco de esos contactos, el Parlamento presidido por Parra ha propuesto al PSUV y sus partidos afines que, una vez se elija la nueva Asamblea Nacional, la Asamblea Constituyente desaparezca.
«El Parlamento debería ser el mecanismo para borrar de una vez la Asamblea Constituyente. La elección de la nueva Asamblea Nacional debe ser el principio para el desmantelamiento de ese parapeto que ellos (el PSUV) montaron», ha sostenido.
De acuerdo con Morales, el Parlamento de Parra, «que les habla de reconciliación, diálogo y reinstitucionalización», les ha planteado esta idea y «ellos dicen que bajo ese camino están dispuestos a transitar».
Morales ha hecho hincapié en que «el Parlamento es el centro para el nombramiento de los otros poderes derivados del Estado», por lo que «tener un Poder Legislativo legitimado y reconocido por todos los venezolanos» redunda en «instituciones creíbles».
Por otro lado, ha cargado contra la Asamblea Nacional que preside Juan Guaidó, al que ha acusado de «secuestrar» al G4, como se conoce a los principales partidos de la oposición venezolana, para «establecer una guerra frente al Estado venezolano».
«Yo no entiendo por qué en Venezuela hay una dirigencia que está empeñada en cerrar esa vía como si no fuera una herramienta más para lograr el cambio», ha señalado, en alusión a la «ruta electoral».
Desde las elecciones presidenciales de 2018, que Guaidó y buena parte de la comunidad internacional consideran fraudulentas, la oposición mayoritaria se niega a participar en unos nuevos comicios sin garantías de que sean «libres».
CRISIS INSTITUCIONAL
Guaidó se autoproclamó «presidente encargado» de Venezuela el 23 de enero de 2019, en calidad de jefe del Parlamento, para impedir que Nicolás Maduro complete el segundo mandato que obtuvo en 2018.
El pasado 5 de enero debía haber renovado el cargo de presidente de la Asamblea Nacional, y con ello el de mandatario interino del país, pero los partidos minoritarios de la oposición venezolana que dialogan con Maduro se desmarcaron y decidieron unirse al ‘chavismo’ para apoyar a Parra.
Parra fue elegido presidente de la Asamblea Nacional en una votación sin quórum, mientras que Guaidó fue ratificado con los votos suficientes pero en una sesión celebrada en la redacción de ‘El Nacional’ porque las fuerzas de seguridad impidieron al líder opositor y sus diputados acceder al Palacio Legislativo.
La bicefalia en la Asamblea Nacional agrava la crisis institucional en Venezuela que estalló en 2017 cuando el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró en «desacato» a la Asamblea Nacional y se creó la Constituyente, que asumió ‘de facto’ el Poder Legislativo.