El Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró este jueves que no puede reestructurar la deuda que Argentina mantiene con el organismo. El portavoz de la entidad, Gerry Rice, dijo en una rueda de prensa que la capacidad del FMI de reestructurar deudas está constreñida por la reglamentación y la política del organismo.
«Eso no es noticia, creo que todos lo saben, es una posición que hemos mantenido antes y no se trata sólo de Argentina», afirmó el funcionario.
Un equipo técnico del FMI dirigido por Julie Kozack y Luis Cubeddu está en Buenos Aires hasta el 19 de febrero. Esta misión es la primera que enviada a Buenos Aires desde la instalación en diciembre del gobierno del presidente Alberto Fernández quien ha dicho que la deuda publica, incluida la del FMI, es imposible de pagar y busca aplazar los compromisos.
Gerry reiteró que hay un «compromiso activo» de la entidad y que el Fondo busca participar de una forma «constructiva».
El miércoles, el ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, dijo que «el FMI es también responsable por la crisis económica y de deuda que el país atraviesa» que actualmente está en una profunda recesión desde 2018.
El anterior gobierno argentino de Mauricio Macri acordó con el FMI en 2018 el mayor préstamo de su historia por cerca de 57.000 millones de dólares, de los cuales recibió 44.000 millones y el actual mandatario Alberto Fernández renunció a los siguientes tramos.
Argentina tiene una deuda total de 311.251 millones de dólares (91,6% del PIB), según cifras del ministerio de Economía al cierre de septiembre de 2019.
En 2015, cuando asumió Macri, la deuda pública era de 240.665 millones de dólares (52,6% del PIB).
Gerry también señaló que el organismo no violó sus reglas al otorgarle al país el gigantesco préstamo, en respuesta a acusaciones de la vicepresidenta argentina, Cristina Kirchner, que afirmó que el crédito fue «ilegal».
«Le puedo asegurar a todos que no hubo una violación de las reglas del FMI», dijo después de que Kirchner dijera a principios de mes que la entidad debería establecer «una quita sustancial».
Según la vicepresidenta, el Fondo concedió el préstamo «violando las obligaciones» que tiene la entidad.