El presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce, ha informado este lunes de que la Cámara ha decidido condenar por unanimidad lo que consideran la «invasión» e «intento de golpe de Estado» perpetrado el domingo por los militares que entraron en la sede parlamentaria por el presidente Nayib Bukele, al que han instado a desistir de estas acciones. Además, Ponce ha emplazado a intervenir a la Fiscalía. «La Asamblea Legislativa por unanimidad rechaza y condena enérgicamente la invasión de la que fuera víctima el día domingo 9 de febrero. El Órgano Legislativo hace un llamado al Ejecutivo que este tipo de acciones no abonan en nada para ir construyendo los grandes acuerdos para el país», ha afirmado Ponce en una comparecencia ante la prensa.
Ponce ha cargado en particular contra el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro. «Lamentamos la tibia y sesgada reacción del señor Luis Almagro. Fue muy tímida. Parcializó su posición», ha apuntado, según recoge el diario salvadoreño ‘El Mundo’.
Además, Ponce ha subrayado que «los graves hechos» de este domingo «deben ser investigados exhaustivamente por parte de la Fiscalía General de la República». «El fiscal tiene que actuar, lo hemos visto muy pasivo hasta hoy, este hecho es grave. Igualmente Ponce ha anunciado que la Asamblea Legislativa pedirá a la OEA y a la ONU la activación de los mecanismos pertinentes.
Como Asamblea Legislativa, crearemos una comisión especial que nos faculta el mismo reglamento y que nos permita indagar esta invasión al recinto legislativo», ha anunciado.
Por otra parte, Ponce ha señalado que la Asamblea Legislativa, los 84 diputados que representa, piden al Gobierno la constitución de una mesa de diálogo. «Esa violencia no se justifica por ningún medio» y se ha referido al pasado de guerra civil del país.
«No se justifica que ha construido una democracia con sangre. Un país que ha hecho los esfuerzos, que ha construido la libertad política, la libertad de culto desde los acuerdos de paz», ha apuntado. «La militarización pone en riesgo a la democracia salvadoreña que nos ha costado luto y destrucción», ha remachado.
CRISIS POLÍTICA
Bukele, que llegó al cargo el 1 de junio, ha lanzado un Plan de Control Territorial a desarrollar en tres fases con un coste de más de 575 millones de dólares. Ahora se disponía a iniciar la tercera fase, destinada a «modernizar» a las Fuerzas Armadas y la Policía, para lo cual necesitaba que el Congreso diera luz verde a un préstamo de 109 millones de dólares preconcedido por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Los diputados se negaron en una votación celebrada el jueves. Tras ello, Bukele convocó para el domingo siguiente una sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa haciendo uso de un artículo constitucional ideado par «cuando los intereses de la República lo ameriten». El Congreso consideró que la urgencia no era tal, por lo que la oposición avanzó que no iría.
El domingo militares a las órdenes del presidente Bukele irrumpieron en la sede de la Asamblea Legislativa y policías se presentaron en las viviendas de los asambleístas con la orden verbal de acudir a la sede parlamentaria, lo cual no hicieron.
El propio Bukele entró en la sede parlamentaria rodeado de militares y dio una semana de plazo al órgano para que apruebe el conocido como Plan de Control Territorial. Bukele asegura que los diputados de la oposición que controlan la Asamblea Legislativa están al servicio de las bandas criminales que él pretende combatir.