México registró en 2019 más de 35.000 casos de asesinato, una cifra sin precedentes desde que existen registros –las primeras estadísticas datan de 1997– y que choca frontalmente con las promesas del presidente, Andrés Manuel López Obrador, de reducir la violencia atajando las causas de raíz. El secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ha hecho balance de los datos de 2019, en un informe que recoge más de 330.000 víctimas de acciones delictivas. Entre ellas hay más de 52.000 homicidios, incluidos 34.852 intencionados, según el diario ‘El Universal’.
La cifra de asesinatos ha aumentado un 2,7 por ciento con respecto a los casos de 2018, con datos mensuales que rondan los 3.000. Junio, julio y agosto fueron los peores meses al superar el umbral de los tres millares, en el marco de una ola de violencia que llevó a López Obrador a desplegar la polémica Guardia Nacional.
Guanajuato, escenario de enfrentamientos entre cárteles, encabeza la lista negra por estados con 3.540 asesinatos, seguido de Baja California y del Estado de México, donde se encuentra ubicada la capital.
El repunte de la violencia también se deja notar en la cifra de feminicidios, con al menos 1.006 muertes en 2019. La cifra supera igualmente la de 2018, cuando perdieron la vida de forma violenta 912 mujeres.