El dirigente cívico boliviano Fernando Camacho ha reconocido que pactó y coordinó las protestas con la Policía y el Ejército para forzar la salida del presidente Evo Morales del poder. El propio Morales ha reprochado a Camacho esta revelación que confirmaría según él de forma «irrefutable» que fue un «golpe de Estado».
Camacho, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz y ahora candidato presidencial, explica en un vídeo de una reunión con personas cercanas que fue su padre, José Luis Camacho Parada, quien «cerró» con la mediación del ahora ministro de Defensa, Fernando López, un pacto con policías y militares. La grabación ha comenzado a circular en redes sociales y los medios bolivianos se han hecho eco de la misma.
«Fue mi padre quien cerró con los militares para que no salgan (a reprimir); fue por esa razón que la persona que fue justamente a hablar con ellos, a coordinar todo, fue Fernando López, actual Ministro de Defensa. Es por eso que él está de ministro de Defensa, para cumplirles los compromisos», explica Camacho.
El objetivo era evitar la represión de las protestas de la oposición durante las movilizaciones de noviembre y solo después de cerrar la negociación con militares y policías lanzó el 2 de noviembre el ultimátum de 48 horas para que Morales dimitiera.
«La Policía de la misma manera. Fue mi padre. Cuando pudimos consolidar que ambos no iban a salir fue que dimos las 48 horas. Pedimos las 48 horas porque sabíamos que ya podía Santa Cruz trasladarse a La Paz. Era ahí el problema (…). Yo creo que fue el momento más duro de lo que pasamos», indica.
El padre de Camacho es el empresario José Luis Camacho Parada, expresidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia y de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz.
Evo Morales ha publicado el vídeo en su cuenta en Twitter con un mensaje en el que pide la intervención de la justicia frente al que ahora considera comprobado golpe de Estado contra su Gobierno. «Camacho confirma que cívicos hablaron con militares y policías para derrocar a mi gobierno. Fue un golpe de Estado pese a que Áñez, Mesa y el propio Camacho intentan negarlo. El video es una prueba irrefutable. La justicia debe actuar contra los golpistas y genocidas», ha señalado.
Morales dimitió el pasado 10 de noviembre en medio de las protestas y la falta de apoyo de policías y militares y huyó a México. Jeanine Áñez, segunda vicepresidenta del Senado, se proclamó presidenta interina para llenar el vacío de poder dejado por el antiguo mandatario y la renuncia de otros altos cargos.
Bolivia se prepara ahora para celebrar unas nuevas elecciones en las que ni Morales ni su vicepresidente, Álvaro García Linera, podrán participar, conforme al acuerdo al que el MAS, y el Gobierno de Áñez han llegado en el Congreso.