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Alberto Fernández reactiva el debate sobre el aborto en Argentina

El puntapié inicial lo dio el futuro presidente cuando anunció que impulsará la despenalización del aborto apenas inicie su gobierno el 10 de diciembre.

El debate sobre el aborto cobra fuerza en Argentina días antes de que el peronista de centro-izquierda Alberto Fernández asuma el poder, con organizaciones feministas resueltas a «que sea ley» y católicos y evangélicos decididos a luchar para impedirlo.

El puntapié inicial lo dio el futuro presidente cuando anunció que impulsará la despenalización del aborto apenas inicie su gobierno el 10 de diciembre.

«Yo soy un activista de ponerle fin a la penalización del aborto (…) Va a haber un proyecto de ley mandado por el presidente», anunció Fernández en una entrevista, al colocar de nuevo en la agenda uno de los temas que más fisuras provoca en el país cuna del papa Francisco.

Sin embargo, no aclaró si su proyecto buscará solo despenalizar el aborto o además legalizarlo como reclaman los movimientos feministas.

Somos Belén

Fernández acudió a la presentación del libro «Somos Belén» que relata el infierno que vivió una joven presa durante 29 meses, acusada de practicarse una interrupción voluntaria de embarazo, cuando en realidad había sufrido un aborto espontáneo.

Allí, se hizo una selfi junto a activistas con pañuelo verde, símbolo de la lucha por la legalización del aborto, en un claro gesto de respaldo.

Para la escritora Claudia Piñeiro, activista feminista, el aborto «volvió al debate porque Alberto Fernández está dispuesto a darlo».

«Creo que se necesita despenalizar y legalizar, pero para eso hay una serie de pasos: quizá primero podríamos pensar en despenalización y luego en legalización. No se puede ir a pelear con todos los tanques porque del otro lado hay fuerzas muy potentes», advirtió.

En Argentina abortar es aún un delito castigado con penas de entre uno y cuatro años de cárcel, excepto en casos de violación o de riesgo para la vida de la mujer.

Pero el futuro presidente también desató la indignación entre sectores religiosos y conservadores.

«Lamentable»

«Si yo pudiera hablar con Alberto le preguntaría si vale la pena comenzar su mandato con un tema que tanto divide a los argentinos», escribió en una carta el arzobispo católico de La Plata, Víctor Manuel Fernández.

En 2018, una marea verde inundó las calles del país pidiendo el aborto legal. En ese marco, el Congreso argentino debatió por primera vez un proyecto de ley que fue aprobado por diputados pero finalmente rechazado en el Senado.

El anuncio de Fernández «es lamentable», se quejó a la AFP Rubén Proietti, presidente de la Alianza Cristiana Evangélica (Aciera), que tuvo un papel clave en el debate y que convocó a más de medio millón de personas a las calles con pañuelos celestes en favor de «las dos vidas».

Proietti prometió que -de seguir la iniciativa – movilizarán a sus seguidores «aún más que antes».

Pero los colectivos de mujeres aseguran que no aflojarán los brazos.

«La estrategia es seguir presionando, seguir en campaña», aseguró a la AFP, Martha Rosenberg, militante histórica de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

«Tenemos mucho trabajo por delante», añadió.

«Al borde de la muerte»

Según organizaciones no gubernamentales, en Argentina se realizan entre 370.000 y 520.000 abortos clandestinos al año, lo que equivaldría a 1.233 abortos por día.

Kena es una de las tantas que estuvo «al borde de la muerte» tras hacerse un aborto «con una sonda».

«Soy pobre y tenía seis hijos, no podía tener un séptimo», narra a la AFP.

«Mi compañero me decía donde comen seis comen siete y yo le respondía, no, no van a comer siete», añade.

Pese a que el aborto ocurrió hace más de veinte años, le dejó «mucho sufrimiento»: «Yo abogo porque el aborto sea legal. Yo me salvé pero hay miles de mujeres que no se salvan».

Según la última encuesta sobre creencias y actitudes religiosas en Argentina, entre 2008 y 2019 se duplicó la proporción de quienes afirman que el aborto es un derecho de la mujer.

Así, el número de argentinos que cree que «una mujer debe tener derecho al aborto siempre que así lo decida» pasó de 14,1% en 2008 a 27,3% en 2019. También, aunque en menor proporción, aumentó la cantidad de personas que piensan que el «aborto debe de estar prohibido siempre»: de 16,9% en 2008 a 18,7% en 2019.

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