Cinco familiares de víctimas de la devastadora rotura de la presa de una mina de hierro en Brasil presentaron una denuncia contra la auditora alemana TÜV Süd y uno de sus gerentes en Alemania, confirmó hoy la Fiscalía de Múnich. La Fiscalía comunicó que había recibido denuncias contra un acusado alemán y un abogado, así como contra la empresa de servicios de inspección técnica TÜV Süd.
Al menos 240 personas perdieron la vida al romperse el 25 de febrero una presa de residuos de hierro de una mina de la empresa brasileña Vale en las inmediaciones de la localidad de Brumadinho. La mina había sido inspeccionada cuatro meses antes por una subsidiaria de TÜV Süd, que certificó que el dique era seguro.
TÜV Süd confirmó la recepción de la denuncia contra los empleados y enfatizó: «Seguimos muy interesados en aclarar las causas del accidente y seguimos ofreciendo nuestra cooperación a las autoridades e instituciones de Brasil y Alemania como parte de las investigaciones en curso».
El alemán fue acusado de «soborno en las transacciones comerciales por omisión, de causar negligentemente una inundación en el delito secundario por omisión y de matar por negligencia en el delito secundario por omisión», declaró el Ministerio Público y agregó que llevará algún tiempo examinar la denuncia.
La obra episcopal de la iglesia católica alemana Misereor y el Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR) apoyan a los familiares y supervivientes en las acciones legales.
En un comunicado publicado hoy por Misereor, Marcela Nayara Rodrigues, una de las cinco denunciantes, planteó graves acusaciones: «La rotura de la presa no fue un accidente, sino un crimen. TÜV Süd sabía que la presa representaba un riesgo para la seguridad, pero se emitió el certificado de estabilidad».
«Para mí, el informe es un asunto personal: porque mi padre murió en la ruptura de la presa y porque el corrupto negocio de la seguridad tiene que cambiar, porque está destruyendo nuestras vidas y nuestro planeta», explicó.
