El director del Museo Nacional de Brasil, Alexander Kellner, pidió hoy en Alemania más donaciones para poder reconstruirlo después del incendio que lo destruyó el año pasado.
«Nosotros en Brasil todavía no estamos en condiciones de reconstruirlo sin ayuda», dijo Kellner en Colonia.
Los medios que se pusieron a disposición hasta ahora son reducidos, aseguró. El país más generoso ha sido Alemania, que enseguida se comprometió a aportar hasta un millón de euros, señaló.
El hecho de que la ayuda para el museo brasilero, ubicado en Río de Janeiro, sea tan modesta en comparación a la que se puso a disposición para la reconstrucción de la catedral de Notre Dame en París, también destruida por las llamas, se explica por el funcionamiento del mismo país, sostuvo Kellner.
En Brasil no existe la tradición de apoyar instituciones científicas como ocurre en otros lugares, señaló. Muchos dudan en ofrecer ayuda porque temen que su aporte no llegue al lugar que debiera, explicó.
«La gente tiene miedo», dijo Kellner. «Porque, ¿qué es lo que se dice de Brasil? Que la corrupción existe desde la A hasta la Z».
En el caso del museo, la ayuda, sin embargo, es administrada por una fundación independiente que trabaja de manera honorífica. Sin embargo, hay que hacer más para reconstruir la credibilidad y la confianza, señaló.
Por esto, Kellner solicitó al ministerio alemán de Relaciones Exteriores en Berlín que no transfiera el millón de euros, puesto a disposición por el Gobierno alemán, de una vez sino en cuotas.
El museo depende de la ayuda experta, que también vendrá de Colonia, ciudad hermana de Río, donde hace diez años ocurrió una tragedia similar con el derrumbe del archivo municipal, aseguró el director.
El fuego arrasó el 2 de septiembre pasado gran parte del antiguo Palacio Imperial en Río. Aproximadamente un 90 por ciento de las 20 millones de piezas exhibidas quedaron destruídas.
El museo era considerado uno de los más importantes de Sudamérica debido a su colección geológica, botánica, paleontológica y arqueológica.